«No sólo son inteligentes los que se les dan bien las matemáticas» Gadner, premio Príncipe de Asturias

19 10 2011

Hasta el momento se han establecido siete tipo de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, visual-espacial, musical, cinestésica, intrapersonal e interpersonal. “La octava es segura”, dijo, y se trata de la naturalista. Gardner avanzó que “podría haber una novena, que es la existencial, por la que te haces preguntas de cosas muy grandes como por qué morimos; y una décima, que sería la pedagógica, que no es saber algo o tener una destreza, sino comunicarla”.

Howard Gardner señaló también que antes de llegar a la teoría de las inteligencias mútiples tuvo unos inicios académicos que se produjeron partiendo de que “la noción de inteligente y no inteligente me parecía muy simplista”.

La visión que ofreció ayer Gardner de la humanidad fue de todo menos simplista e insistió en la importancia de definir correctamente las palabras que se usan, aunque determinadas definiciones sean, cuanto menos, enrevesadas. Años atrás él mismo definió la inteligencia como “potencia biopsicológica para procesar información que sirve para definir productos que son útiles en diferentes culturas”.

Gardner explicó, de un modo más sencillo, su teoría de la inteligencia múltiple: “si creemos en una sola inteligencia quiere decir que tenemos un único ordenador que funciona bien, y entonces bien; pero si va lento y tiene fallos, entonces eres estúpido”. “Esperamos que el cerebro sea una máquina compleja, pero seguimos hablando de inteligentes y no inteligentes”, afirmó.

En este sentido el psicólogo estadounidense diferenció entre inteligencia y talento, algo que comúnmente se relaciona con los tipos de inteligencia que según el existen. “¿Por qué los que manejan las matemáticas son inteligentes y Cohen tiene talento?”, indicó en referencia a otro de los premiados que le acompañará el viernes en el Teatro Campoamor. Lo simplificó apuntando que “yo no estaría aquí si hablara de talentos humanos”.

Ante la pregunta de Punset de si habría que ofrecer distintos modos de educación, dados los avances realizados en el conocimiento del cerebro humano, Gardner respondió afirmativamente con rotundidad. Arrancó las primeras carcajadas del teatro avilesinos al asegurar que “los únicos que no lo comprenden son los ministros de educación”.

Los últimos proyectos en los que trabaja Gardner no tienen que ver únicamente con la inteligencia, sino con otros conceptos más bien relacionados con la ética o la emotividad. Verdad, belleza o bondad son algunos de los términos de los que habló el psicólogo, que confirmó que “no se puede dar por sentado lo que es verdad, porque se dice que quién eres para decirme cuál es la verdad, además todo el mundo puede elegir la belleza y, respecto a la bondad, algunas culturas tienen su propia idea sobre ella”.

Sin embargo, indicó que los tiempos actuales permiten tener más claros alguna de estas palabras dado que “ahora más que nunca podemos saber qué es verdad, porque ya no hay nada secreto”. Respecto a la bondad afirmó que, en el mundo global e interconectado en el que vivimos, “habría que reiniciar su sentido, porque ahora abarca no sólo como tratas al prójimo, sino a toda la humanidad”.

Los ordenadores, las redes sociales y las relaciones que se pueden crear entre gente que vive a miles de kilómetros de distancia también fueron abordados por Gardner durante la charla de ayer. “El siglo XX fue, sin lugar a dudas, el siglo psicológico, porque la gente pensaba más en nuestra vida interior. Antes sólo preocupaba a los del vecindario y ahora, con el mundo digital, también a personas que puede que nunca lleguemos siquiera a conocer”, indicó.

Inteligente y buena persona Ante la pregunta de qué sintió al saber que había sido elegido Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales Gardner narró cómo se sucedieron los acontecimientos desde que le llamó la Fundación y finalizó asegurando que “me gustaría pensar que el premio me lo dan no sólo porque soy inteligente, sino porque también soy buena persona”.

En la actualidad Gardner se encuentra investigando las relaciones entre inteligencia y lo que se podría relacionar con la ética y la integridad.

The Good Work es un programa que, según indicó, se desarrolla principalmente en Estados Unidos y analiza el trabajo que desarrollan determinadas personas. “Versa sobre qué hace que una persona con excelencia académica no se comporte bien”, indicó Gardner y puso ejemplos.

Su intención es la de poder explicar porque existen “competiciones deportivas amañadas o el dopaje o lo que ocurre para que un médico dé un medicamento por el que la farmacéutica le paga mucho”. Lo que se busca es conseguir que “no hagan algo malo para conseguir un beneficio y piensen en el bien general”.

Relacionado con esto y hablando de la crisis indicó que el enorme desequilibrio que existe entre los muy ricos y los muy pobres “no se puede explicar ni por la psicología ni por la economía”.

En ese momento su interlocutor trató de echarle un capote, dados sus conocimientos como economista. Punset se mostró optimista ante las perspectivas de futuro y aseguró que “para que esta fuera una crisis interplanetaria tendríamos que negociar con Saturno y con Marte. Hay países que están muy bien, otros bastante bien, otros crecen poco y otros están mal”.

(Extracto del periódico LA VOZ DE ASTURIAS)


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